martes, 18 de marzo de 2014

Los Propios Dioses



Todo comienza con una riña de laboratorio, el doctor Hallan, un científico mediocre pero tenaz, esta convencido de que alguien a cambiado una muestra de tungsteno que tenía en su mesa por otro elemento, sus compañeros que niegan haber tocado sus cosas, le retan a que demuestre que no es tungsteno. Lo que le llevara a descubrir que lo que apareció en su mesa es algo que no puede existir en este universo, porque desafía todas las leyes de la física.

Hallan aprovechara su posición de privilegio para encabezar la investigación y llevarse todo el merito del descubrimiento, convirtiéndose en el científico más grande y poderoso del planeta, cuando descubran que el material (uranio-186) proviene de un universo paralelo y que los seres que lo enviaron proponen aprovechar las diferencias entre la física de ambos universos para producir energía en ambos. La Bomba de electrones proporcionara la energía barata e infinita que llevara la Utopía a la Tierra.

Hasta que la investigación de un joven científico le lleve a descubrir que algunos datos han sido ignorados y descartados, unos datos que indican que las alteraciones localizadas de las leyes de la física provocaran la inexorable explosión del Sol.

El libro de Asimov nos plantea la historia desde tres puntos de vista, el del joven idealista que se enfrenta al sistema establecido, convencido de que aún es posible salvar el planeta. Los seres del universo paralelo, acuciados por la necesidad de conseguir energía mientras su pequeño sol se extingue y finalmente el del desprestigiado científico que reto a Hallan a investigar, en busca de la redención.

Si algo me atrapa de las historias de Asimov es su gran facilidad para que comprendas conceptos científicos, consiguiendo que los no expertos en física no nos perdamos cuando la historia se centra en la ciencia. Y al mismo tiempo construye una trama intrigante y apasionante que te engancha a la lectura.

Los Propios Dioses 
Isaac Asimov
DeBolsillo

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